Estimados amigos: ¿Cuál es la credibilidad de las apariciones de la Virgen María en Fátima? La fascinante historia del padre Manuel Nunes Formigão, que publicamos como Tema del Mes en esta edición, abre el camino para la respuesta que la Iglesia daría, por los labios del Papa Pío XII, el día 8 de mayo de 1950: "Ya pasó el tiempo en que se podía dudar de Fátima". El día 3 de octubre de 1930, el obispo de Leiría declaró dignas de crédito las apariciones y autorizó oficialmente el culto a Nuestra Señora de Fátima. Las revelaciones contenidas en las cuatro memorias de la hermana Lucía, escritas entre 1935 y 1941, dieron un nuevo impulso al confirmarse hechos previstos por la Virgen, como el estallido de la Segunda Guerra Mundial. Pío XII a través de su legado pontificio, coronará a la imagen de la Virgen de Fátima en la capilla de las apariciones, el 13 de mayo de 1946. A partir de ahí, las imágenes peregrinas comienzan a recorrer el mundo, esparciendo la devoción en todas partes. El 13 de mayo de 1967, el Papa Paulo VI visita Fátima, celebrando allí el cincuentenario de la primera aparición. El Papa Juan Pablo II visitó el Santuario en tres ocasiones: 13 de mayo de 1982, 13 de mayo de 1991 y 13 de mayo del 2000, cuando beatificó a los videntes Francisco y Jacinta. Pero la historia de Fátima no termina con la revelación hecha por la Santa Sede, el 26 de junio del 2000, del llamado "tercer secreto", ni con el fallecimiento de la principal vidente —la hermana Lucía— en febrero de 2005. Un cuidadoso análisis del mensaje de la Santísima Virgen nos indica los rumbos que la Iglesia y la humanidad deben seguir en los próximos siglos, y pasa por la enorme lucha entre el bien y el mal que se traba en nuestros días. En Jesús y María,
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El “cuarto vidente” Un protagonista clave de Fátima |
Risas intempestivas de los padres y una moraleja Un destacado escritor francés refiere la siguiente anécdota de un colega: “A la edad de cinco años cometió cierta travesura. Su madre, que estaba pintando, le hizo marchar de su taller, como penitencia, y cerró tras sí la puerta. Detrás de esta empezó el niño a pedir perdón y a prometer que no lo volvería a hacer, empleando los tonos más serios y sinceros... | |
La fecundidad de la vida urbana medieval Si algún día, querido lector, por la gracia de Dios, fuéramos conducidos por nuestro ángel de la guarda en un largo viaje al pasado, y acabáramos desembarcando en una ciudad europea del año 1200, nos encontraríamos ante un escenario imposible de ser imaginado por los hombres de nuestro siglo en toda su belleza y variedad... | |
Dos concepciones opuestas del arte El cuadro La Trinidad en su Gloria, de Jean Fouquet, muestra un cielo azul repleto de ángeles dorados. Un cielo tan diferente de los que vemos en algunas ilustraciones, con nubes blandas que parecen hechas de tecnopor, donde las personas se sientan a pasar el tiempo... | |
Inclina, Señor, mi corazón a tus preceptos Tú, Señor, eres bueno y clemente, rico en misericordia; ¿quién que haya empezado a gustar, por poco que sea, la dulzura de tu dominio paternal dejará de servirte con todo el corazón?... | |
Bienes del alma en la vida popular Si bien la intención del escultor haya sido la de representar a gente del campo de Judea, en la época del nacimiento de Nuestro Señor, andrajosa, como muchas veces lo eran los pastores en Oriente, no obstante, los tipos humanos, las fisonomías, los gestos y los modos de ser que plasmó en su obra corresponden a personas del ambiente que rodeaba al artista... |
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