|
Mons. Oscar Alzamora Revoredo S.M. Se ha estado oyendo durante estos últimos años la expresión “género” y muchos se imaginan que es solo otra manera de referirse a la división de la humanidad en dos sexos, pero detrás del uso de esta palabra se esconde toda una ideología que busca precisamente hacer salir el pensamiento de los seres humanos de esta estructura bipolar. Los proponentes de esta ideología quieren afirmar que las diferencias entre el varón y la mujer, fuera de las obvias diferencias anatómicas, no corresponden a una naturaleza fija que haga a unos seres humanos varones y a otros mujeres. Piensan más bien que las diferencias de manera de pensar, obrar y valorarse a sí mismos son el producto de la cultura de un país y de una época determinados, que les asigna a cada grupo de personas una serie de características que se explican por las conveniencias de las estructuras sociales de dicha sociedad. Quieren rebelarse contra esto y dejar a la libertad de cada cual el tipo de “género” al que quieren pertenecer, todos igualmente válidos. Esto hace que hombres y mujeres heterosexuales, los homosexuales y las lesbianas, y los bisexuales sean simplemente modos de comportamiento sexual producto de la elección de cada persona, libertad que todos los demás deben respetar. No se necesita mucha reflexión para darse cuenta de lo revolucionaria que es esta posición, y de las consecuencias que tiene la negación de que haya una naturaleza dada a cada uno de los seres humanos por su capital genético. Se diluye la diferencia entre los sexos como algo convencionalmente atribuido por la sociedad, y cada uno puede “inventarse” a sí mismo. Toda la moral queda librada a la decisión del individuo y desaparece la diferencia entre lo permitido y lo prohibido en esta materia. Las consecuencias religiosas son también obvias. Es conveniente que el público en general se dé clara cuenta de lo que todo esto significa, pues los proponentes de esta ideología usan sistemáticamente un lenguaje equívoco para poder infiltrarse más fácilmente en el ambiente, mientras habitúan a las personas a pensar como ellos ♦
|
Tricentenario: San Luis María Grignion de Montfort |
|
La catedral de York La catedral gótica de York, en Inglaterra, presenta algunas características que a primera vista impresionan poco, pero cuya belleza es necesario degustar... |
|
El Dogma del Purgatorio El dogma del purgatorio es tenido en el olvido con demasiada frecuencia por parte de la mayoría de los fieles... |
|
San Leonardo de Puerto Mauricio En cada época, la Divina Providencia suscita almas ardientes que combaten los desmanes de su tiempo, recordando a los hombres que su destino es la patria celestial y no esta tierra. Uno de ellos fue el gran misionero san Leonardo de Puerto Mauricio... |
|
¿Se debe dar crédito a toda y cualquier aparición de Nuestra Señora? Según el Apocalipsis 7, 15 los santos prestan culto a Dios día y noche, por lo que les es imposible manifestarse en espíritu en este mundo. Valiéndose de ello, el diablo nos puede engañar, tomando la apariencia y la forma de alguno de ellos (2 Cor 11, 14)... |
|
2. ¿Las consagraciones anteriores atendieron el pedido de la Virgen? ¿De todas estas consagraciones ya realizadas, alguna ha cumplido con los requisitos de la consagración de Rusia solicitada por la Virgen de Fátima a la hermana Lucía?... |
Promovido por la Asociación Santo Tomás de Aquino