Hacer que los hombres conociesen más y más a Jesucristo y con un conocimiento que no se parase sólo en la fe, sino que se tradujera en las obras de la vida, esto es lo que se esforzó en hacer con todo el empeño de su corazón el Apóstol. Por eso enseñaba de tal manera los dogmas y preceptos todos de Cristo, que nada callaba ni mitigaba sobre la humildad, la propia abnegación, la castidad, el desprecio de las cosas humanas, la obediencia, el perdón de los enemigos y otras cosas semejantes. Y sin timidez declaraba cosas como estas: que es preciso elegir entre Dios y Belial, pues al mismo tiempo no se puede servir a entrambos; que a todos después de la muerte les aguarda un tremendo juicio; que no se puede transigir con Dios; y que hay que esperar la vida eterna si se cumple toda la ley, así como, por el contrario, si se condesciende con las pasiones y se abandona el deber, hay que esperar el fuego eterno. Porque nunca creyó el predicador de la verdad que debía abstenerse de tales materias, por parecer demasiado duras a quienes hablaba, a causa de la corrupción de los tiempos.
BENEDICTO XV, encíclica Humani Generis Redemptionem , del 15 de junio de 1917.
|
Las apariciones del Ángel de la paz Apremiante llamado a la seriedad |
Santa Juliana de Cornillon Hacia el año 1050, cuando fue vencida la herejía de Berengario de Tours, que negaba la transubstanciación, se avivó la piedad popular con relación a la presencia real de Nuestro Señor Jesucristo en el Santísimo Sacramento del altar... | |
La dignidad de la mujer Todos los que empañan el brillo de la fidelidad y castidad conyugal, como maestros que son del error, echan por tierra también fácilmente la fiel y honesta sumisión de la mujer al marido; y muchos de ellos se atreven todavía a decir, con mayor audacia, que es una indignidad la servidumbre de un cónyuge para con el otro... | |
Capítulo 2: Tres pequeños pastores La vida familiar de Francisco y Jacinta no era diferente de la de Lucía en la piedad y el trabajo duro... | |
La maternidad divina de María Algunos predicadores —como san Bernardino de Siena, el padre Monsabré, etc.— exaltando en demasía las glorias del sacerdocio, llegaron a decir que la dignidad del sacerdote es mayor que la de la Santísima Virgen... | |
En el Huerto de los Olivos, Nuestro Señor Jesucristo sufrió, rezó y venció La Santa Iglesia, que por el bien de los hombres en esta tierra hace todo con la mayor perfección y desvelo posibles, celebra en la víspera del Viernes Santo la institución de la Sagrada Eucaristía... |
Promovido por la Asociación Santo Tomás de Aquino