4.- De la Sagrada Escritura Las verdades que Dios ha revelado se contienen en la Sagrada Escritura y en la Tradición. La Sagrada Escritura es la colección de los libros que los Profetas y Hagiógrafos, los Apóstoles y los Evangelistas escribieron por inspiración del Espíritu Santo y la Iglesia ha recibido como inspirados. La Sagrada Escritura se divide en dos partes: Antiguo y Nuevo Testamento. El Antiguo Testamento contiene los libros inspirados escritos antes de la venida de Jesucristo. El Nuevo Testamento contiene los libros inspirados escritos después de la venida de Jesucristo. La Sagrada Escritura se llama comúnmente Sagrada Biblia. La expresión Biblia quiere decir la colección de los libros Santos, el libro por excelencia, el libro de los libros, el libro inspirado por Dios. La Sagrada Escritura se llama el libro por excelencia, por la excelencia de la materia de que trata y por su Autor. En la Sagrada Escritura no puede haber error alguno, porque siendo toda inspirada, el autor de todas sus partes es el mismo Dios. Lo cual no impide que, en las copias y traducciones de la Sagrada Escritura puede haber errores, o de los copistas o de los traductores; mas en las ediciones revisadas y aprobadas por la Iglesia católica no puede haber errores en lo que atañe a la fe o a la moral. La lectura de la Biblia no es necesaria a todos los cristianos, porque ya están enseñados por la Iglesia, pero es muy útil y se recomienda a todos. Puede leerse cualquier traducción vulgar de la Biblia, con tal que esté reconocida como fiel por la Iglesia católica y vaya acompañada de explicaciones aprobadas por la misma. Sólo pueden leerse las traducciones de la Biblia aprobadas por la Iglesia porque ella es la guarda legítima de la Biblia. El sentir auténtico de las Sagradas Escrituras sólo podemos conocerlo por la Iglesia, porque sólo la Iglesia no puede errar en su interpretación. El cristiano a quien le ofrece una Biblia algún protestante o emisario de los protestantes debe rechazarla con horror, como prohibida por la Iglesia, y si la hubiese recibido sin darse cuenta, debería inmediatamente arrojarla a las llamas o entregarla a su párroco. La Iglesia prohíbe las Biblias protestantes porque, o están alteradas y contienen errores, o porque, faltándoles la aprobación y notas declarativas de los sentidos oscuros, pueden dañar a la fe. Por esto la Iglesia prohíbe hasta las traducciones de la Sagrada Escritura aprobadas antes por ella, pero reimpresas después sin las explicaciones aprobadas por la misma. 5.- De la Tradición Tradición es la palabra de Dios no escrita, sino comunicada de viva voz por Jesucristo y por los Apóstoles, transmitida sin alteración de siglo en siglo por medio de la Iglesia hasta nosotros. Las enseñanzas de la Tradición se contienen principalmente en los decretos de los Concilios, en los escritos de los Santos Padres, en los documentos de la Santa Sede y en las palabras y usos de la sagrada Liturgia. A la Tradición hemos de tener el mismo respeto que a la palabra de Dios contenida en la Sagrada Escritura. * Catecismo Mayor de San Pío X, Ed. Magisterio Español, Vitoria, 1973, p. 117-119.
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