¿Una aparición de la Virgen en el África? ¿Quién lo diría? –Sí, efectivamente. Y una aparición aprobada por la Iglesia. Y es más: ¡en pleno siglo XX! Seguramente nuestros lectores nunca habían oído hablar de la localidad de Kibeho, en Ruanda, conocida como el «Pays des mille collines» - la tierra de las mil colinas. Pues bien, allí la Santísima Virgen no se apareció una, sino varias veces. Y en ellas habló de la inminencia de un castigo, el cual se verificó trágicamente, a causa de las repetidas ofensas a Dios Nuestro Señor. Tal es la historia de Nuestra Señora de Kibeho, que nuestro colaborador Valdis Grinsteins nos describe con impresionante realismo para la sección Página Mariana. * * *
Asimismo, tenemos la satisfacción de unirnos a los homenajes que el católico pueblo de Hungría rinde a lo largo de este año a la memoria del Eminentísimo Cardenal József Mindszenty, con motivo del 120º aniversario de su natalicio. Según informa nuestro corresponsal en Viena, Carlos Eduardo Schaffer, sabemos de la plena rehabilitación legal, moral y política que el venerado Siervo de Dios, cruelmente perseguido por el régimen comunista, ha alcanzado finalmente. «Tu gloria Jerusalem, tu laetitia, Israel, tu honorificentia populi nostri» (Judith 15, 10). Eres tú la gloria de la Iglesia, eres tú la alegría de los fieles, eres tú la honra de los que continúan en la lucha sacrosanta – escribió el Prof. Plinio Corrêa de Oliveira a su respecto en 1974, analizando uno de los momentos más dramáticos de la vida del célebre Purpurado. Deseando a todos ustedes una provechosa lectura, me despido hasta el próximo mes. En Jesús y María, El Director
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![]() Nuestra Señora de Kibeho Las apariciones, el aviso y el castigo |
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Plinio Corrêa de Oliveira, un contemplativo Habiendo realizado una obra monumental que le exigió una actividad vastísima, nunca abandonó un modo de ser enteramente orientado hacia la contemplación de las cosas más elevadas, muy por encima de la agitación propia de la vida moderna... |
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La misericordia de Dios y la intercesión de los santos Oí hablar de un gran criminal que acababa de ser condenado a muerte por unos crímenes horribles. Todo hacía pensar que moriría impenitente. Yo quise evitar a toda costa que cayese en el infierno, y para conseguirlo empleé todos los medios imaginables... |
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