Una de las devociones marianas más populares y extendidas en Latinoamérica es el culto a la Santísima Virgen del Carmen. Existen célebres imágenes de esta advocación en Paucartambo, en el Cusco; el Carmen de la Legua, en el Callao; el Carmen Alto, en Lima; la Virgen del Carmen de Cuyo, en Argentina; la Virgen del Carmen de Villavicencio, en Colombia; la Virgen de La Tirana, en Chile; la Virgen del Cerrito del Carmen, en Guatemala; la Virgen de la Ciudad del Carmen, en México; Nossa Senhora do Carmo en Recife, Brasil; etc. ¿Cuántos millones y millones de católicos a lo largo de los siglos llevaron impuesto el Escapulario del Carmen? ¿Quién no oyó alguna vez hablar de él? ¿O de las promesas y privilegios que dispensa a sus devotos? En este mes de julio —que bien podríamos llamar carmelita— se celebran las festividades de Santa Teresa de Los Andes, la primera santa chilena, el día 13; Nuestra Señora del Carmen, el día 16; y, de San Elías Profeta, padre espiritual e inspirador del Carmelo, el día 20. En números anteriores de Tesoros de la Fe algo se ha tratado, aunque no agotado, sobre los dos últimos temas. Faltaba dedicar un artículo a Juanita Fernández Solar, lirio de santidad carmelita en América. Nacida en Santiago de Chile el año 1900, murió en la flor de su juventud en el Carmelo de Los Andes en 1920 y fue canonizada en Roma en 1993. A ella, que siguió la espiritualidad de la gran Santa Teresa de Ávila y la no menos grande Santa Teresita del Niño Jesús, por la intercesión de María Santísima del Carmen, le pedimos que suscite en nuestros países una verdadera legión de almas de auténtica santidad, que tanta falta hacen, para que con sus oraciones, trabajos y penitencias, atraigan las gracias del cielo para hacer realidad la promesa del triunfo del Inmaculado Corazón de María hecha en 1917 en Fátima, cuando Juanita apenas soñaba con ingresar al Carmelo. En Jesús y María, El Director
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Santa Teresa de Los Andes |
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En ningún caso es lícito inducir a otro a pecar En una sociedad paganizada como la actual, el bien y el mal coexisten —por desgracia, con un mayor predominio del mal— como en la parábola de la cizaña y el trigo... |
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San Andrés Kim y compañeros mártires Corea, antiguamente llamada Tsio-Sien (“Serenidad de la mañana”), y más tarde conocida como “El reino ermitaño”, debido a su negativa de recibir extranjeros, es quizá la única nación en los anales misioneros que se ha evangelizado a sí misma... |
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Capítulo 9: El gran milagro El milagro que ocurrió en Cova da Iria el 13 de octubre de 1917, cuando el sol “bailó” en el cielo —para usar la expresión de un periódico de la época—, fue un acontecimiento extraordinario de proporciones bíblicas comparable al de Josué deteniendo el sol o Moisés dividiendo las aguas del Mar Rojo para que los judíos pudieran cruzarlo con los pies secos... |
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Los sacrificios de las almas justas aplacan la ira de Dios En las sorprendentes manifestaciones de la Divina Misericordia a santa Faustina, Dios no se limitó a mostrarle la cólera divina que se cierne sobre el mundo actual... |
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Conclusión: “¡Por fin, mi Inmaculado Corazón triunfará!” bien algunos de los castigos anunciados en Fátima ya se han cumplido, otros aún están por venir. Sin embargo, por dolorosa y sombría que sea dicha perspectiva, no debe desanimarnos, ya que también estamos animados por la confianza en la victoria... |
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